Jorge Alberto Comas quien, en su primera temporada en el futbol mexicano, se convirtió en el segundo campeón de goleo en la historia de los Tiburones Rojos, cumplirá un año de haber sido puesto en libertad tras permanecer tres años en la prisión del Penal ‘La Toma’ de Amatlán por el delito de violencia de género, ahora deambula por las calles.

El argentino ha aparecido al menos en tres ocasiones en las redes sociales desde ese 6 de noviembre de 2024 cuando se le vio en libertad, acompañado del entrenador de porteros Alejandro ‘Nato’ Sánchez saboreando mariscos, o cuando un grupo de amigos le festejó su cumpleaños 65 en junio, o en su debut con el equipo Chicatanos de Huatusco que participa en el Torneo Diamante 63+ de la Liga Cordobesa el 23 de agosto, o cuando completó doblete el 15 de septiembre.

En lo personal me lo he encontrado deambulando en un par de ocasiones, en ambas vistiendo bermudas, playera y tenis:

La primera vez fue en el Boulevard Ruiz Cortines. Cuando lo identifiqué, me estacioné, le grité, pero hizo caso omiso, siguió caminando y se cruzó la calle. La segunda oportunidad se dio apenas el viernes pasado, en el centro de Veracruz, casi frente al Parque Zamora. Cuando lo vi, me le emparejé, le di una palmada en el hombro y, pegó un salto y un grito con cara de espanto. Alcanzó a verme, y siguió su camino.

Esperemos que se encuentre bien, y que no padezca problemas.

Y es que, no sabemos cómo le fue en los tres años encerrado, aunque ya anteriormente había sido detenido en 2012 tras su pleito con el comentarista Miguel Rocha, y en 2017 cuando fue arrestado por ingerir bebidas alcohólicas y agredir a una persona.

Es cierto, como futbolista Jorge Comas en la cancha era un fuera de serie, pero fuera de ella, era un tanto difícil, de los que no aceptaban críticas.

Una y mil anécdotas tiene el argentino: como esa cuando les entregaron trajes para que viajaran elegantes, y decidió cortarle las mangas a la camisa, cuando no quiso firmar, pese a que ya había llegado a un acuerdo y ese mismo día se cerraban los fichajes por lo que un directivo tuvo que signar y al otro día intercambiar el contrato en la FMF.

Quien no recuerda cuando no se presentó a entrenar previo al partido contra León por la jornada 11 de la temporada 1990-91. El día del partido, la directiva lo mandó a buscar, llegó al “Pirata”, inició, completó un “Hat Trick” en los minutos 40, de penal, 49 y 73, y tras el festejo abandonó la cancha.

Lo habían multado con 30 mil pesos, y apostó a Alfredo Chedraui que, si marcaba tres goles quedaba saldado el gravamen. ¡Y la ganó!

No recuerdo las fechas, pero en más de una columna en El Dictamen, vaticiné que “Comitas” terminaría mal, y no andaba tan errado.

Y es que, si bien es cierto que en el futbol ha habido muchos “locos”, entre ellos otro par en Tiburones Rojos; José Luis Aussín y René Higuita, además de Sebastián Abreu, Marcelo Bielsa y Hugo Gatti, entre otros, ninguno acabó tan mal.

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