Los Ángeles, Cal.- La tercera final…fue la vencida.

Un tanto manchado por la grosera, infantil y hasta sospechosa mano de José Córdoba en el minuto 90+1, pero la selección mexicana logró su primer título de la Liga de Campeones de la Concacaf, con un agónico triunfo por 2-1, y luego de haber conseguido dos subcampeonatos y un tercer lugar.

Y es que las imágenes ponen en duda la jugada del penalti de José Córdoba, que dos minutos más tarde Raúl Jiménez convirtió, y que fue su cuarto gol para ser designado como el Mejor Jugador del torneo.

El gol tempranero en el SoFi Stadium del propio Jiménez hizo soñar a un gran número de mexicanos que, seguramente fueron una gran mayoría de entre los 68, 292 que asistieron, pese a las políticas migratorias.

Después vendría el empate en tiempo de reposición de la primera mitad, también por la vía del penal, y cobrado por el jugador de los Pumas de la UNAM, Adalberto Carrasquilla, luego de un embate de los canaleros.

Sin embargo, en el minuto 80 un buen número de aficionados mexicanos ya con algunas frías encima, empezó a perder la paciencia, más que el propio “Vasco” Aguirre y lanzó su primer grito al portero rival a la hora de su despeje, pero el árbitro guatemalteco Mario Escobar se hizo el desentendido.

La voz del SoFi Stadium llamó a la cordura y solicitó respeto, pero poco importó a los fanáticos que, tres minutos después, en otro despeje de Orlando Mosquera repitieron el conocido grito homofóbico como le llama la FIFA. Escobar esta vez suspendió el partido, durante tres minutos.

El extécnico y ahora comentarista de ESPN, Ricardo “Tuca” Ferreti quien observaba el partido en el palco de prensa junto con Álvaro Morales, soltó un chistorete con su marcado acento portugués: “díganle al árbitro que le gritan a Pluto el de Disney”.

Más adelante llegó el penal, el doblete de Raúl Jiménez y el silbatazo final. Los fanáticos celebraron y todos se olvidaron del criticado grito.

TERCER LUGAR PARA “EL ESTADO NÚMERO 51”

En el partido preliminar, la selección de Canadá, país que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump quiere como estado número 51 de, derrotó al combinado de las Barras y las Estrellas y se quedó con el tercer lugar.

Y es que en el futbol pareció que todo le salió al revés al polémico presidente del país más poderoso del mundo quien, también ha declarado en varias ocasiones que el Canal de Panamá les pertenece, pero la realidad fue que, en semifinales Panamá los derrotó por 0-1 con un agónico gol de Cecilio Waterman.

“Sí, el canal sigue siendo panameño”, respondió Waterman a pregunta expresa sobre el tema, pero agregó que prefería no decir más.

En fin, un fracaso del tetracampeón Estados Unidos tras terminar en el último lugar en su propia casa y ante su afición…que no es mucha.

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